En psicometría, la consistencia interna de un test consiste en la cualidad que tiene los items o preguntas que conforman el test para medir el mismo concepto, independientemente de que este concepto sea el rasgo o constructo que realmente se quiere medir. Con generalidad, la consistencia interna se mide a partir de las correlaciones entre los diferentes items del test: más concretamente, altas correlaciones positivas entre las respuestas a los items indican una alta consistencia interna. Una de las medidas más utilizadas para medir la consistencia interna de un test es el coeficiente alfa de Cronbach, que para datos dicotómicos tiene su expresión en las fórmulas K20 y K21 de Kuder-Richardson.