El recorrido, tambien llamado rango (en inglés, range), expresado generalmente con la letra R, es la medida de dispersión más intuitiva y fácil de calcular. Se trata simplemente de la distancia o diferencia entre el dato mayor, el máximo de la distribución, y el dato menor. Así pues, cuanto mayor es el recorrido, mayor es la dispersión absoluta. Sin embargo, su facilidad de cálculo no compensa en cambio su sensibilidad a la existencia de datos atípicos. Basta con que aparezca un dato atípico para que el valor del recorrido cambien totalmente de magnitud. El recorrido es, por lotanto, una medida no robusta, con lo que su utilización ante la posible presencia de datos atípicos debe ser limitada. Como medida de dispersión relativa, se utiliza generalmente el recorrido dividido entre la media aritmética.
El recorrido se aplica frencuentemente en control de calidad para controlar la variabilidad de un proceso o característica de un producto, estableciendo alrededor de la media de los recorridos muestrales unos intervalos de tolerancia para los recorridos individuales, de forma que si el recorrido se sitúa fuera de esos límites, pueda concluirse con un nivel de certidumbre alto que la variabilidad del proceso ha aumentado de forma ostensible, afectando a la calidad del proceso o producto.